Paul McCartney (1965)
La fotoperiodista pionera
Hablar de Joana Biarnés es hablar de la primera mujer fotoperiodista de España. Fotoperiodista además, de esos que huelen la noticia, la exclusiva. Escurridiza como pocas y camaleónica. Valiente, atrevida y decidida.
Biarnés fue la mujer que se la pegó a Roman Polanski adoptando una identidad falsa; besó a Clint Eastwood en la alfombra roja; retrató a un joven y desconocido Joan Manuel Serrat o la que reveló los negativos de la ceremonia de los Oscars de Hollywood en el lavabo de la casa de Xavier Cugat entre otras muchas anécdotas. Por su objetivo pasaron figuras como Luis Buñuel, Lola Flores, Massiel, Yul Brynner, Jack Lemmon, Audrey Hepburn, George Orwell, Orson Welles o Jackie Kennedy.
La favorita de Dalí y la oficial de Raphael
La carrera de Joana Biarnés está incuestionablemente ligada al cantante Raphael. Durante años ha sido la fotógrafa del cantante, siendo considerada por muchos como su fotógrafa exclusiva y personal, lo que la ayudaba a llegar siempre un paso por delante en las noticias relacionadas con el artista.
También era conocida la predilección de Salvador Dalí por la fotógrafa catalana. “Me tenía un cariño especial… era un loco hermoso, un loco precioso”, recordaba Biarnés en una entrevista. Esta cercanía la reportó imágenes para el recuerdo con el pintor surrealista.
Su retiro entre fogones
Biarnés se cansó de seguir fotografiando a los famosos con su cámara cuando la prensa del corazón le mostró el peor rostro de su oficio. Ella era reportera, no paparazzi. Por aquel entonces se había casado con un francés. Dejaron Madrid y se asentaron en Ibiza. Allí, ella abrió el restaurante Cana Joana, donde se comía bien —Biarnés también era una exquisita cocinera—, pero donde sobre todo se recibía un trato delicioso según relataron sus visitantes.