Escariano (2007)
Amante del calotipo
Toni Catany es un fotógrafo autodidacta conocido por sus imágenes pictorialistas en las que predominan temas clásicos como la naturaleza muerta, el desnudo y el paisaje urbano. Se dio a conocer internacionalmente en 1979 con un trabajo fotográfico sobre naturalezas muertas para el que utilizó la antigua técnica del calotipo, inventada por William Fox Talbot en 1839, siendo una de las primera técnicas fotográficas de la historia y la primera que basó el proceso en la obtención de una imagen negativa de la que luego, por contacto, se obtenía un positivo. Esto provocaba que al copiar la imagen por contacto las propias fibras del papel se dibujasen en la imagen final, lo que le restaba nitidez. A cambio, ofrecía una textura terrosa que ha sido del agrado de fotógrafos contemporáneos que han rescatado la esencia del proceso.
Constante búsqueda de la belleza
Las exposiciones de aquellos calotipos eran tan largas que Catany empezó a hacer bodegones. Ahí empezaron los matices, la selección de objetos, la composición muy cuidada, con elementos cargados de un significado muy especial. Alain D’Hooghe, comisario de arte, editor y galerista belga comenta sobre la obra de Catany que le parece increíble que con objetos aparentemente intrascendentes pueda reflejarse tanta magia, nunca se sabrá con certeza si una foto suya está hecha ayer mismo o hace cincuenta años. La fotografía de Catany es sencillamente atemporal.
Su legado en una fundación
Tony Catany dejó escrita su voluntad de crear un espacio que se convierta, para las Islas Baleares y para la ciudad natal del artista, en un beneficio de carácter cultural coherente con la importancia que, para el patrimonio artístico del país, tiene la obra del fotógrafo de Llucmajor y esta creencia es el germen de su fundación. Sin embargo, Catany falleció repentinamente en 2013 sin ver cumplido su deseo de crear y gestionar, personalmente tal fundación, que aún hoy en día continúa su periplo de difusión de la obra y cultura fotográfica balear.