Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y Rafael Alberti (1977)
Pieza clave reporterismo gráfico de la Transición
Buena parte de las imágenes que forman parte de la memoria colectiva, sobre la transición y las primeras legislaturas de la democracia, han sido tomadas por Marisa Flórez, una de las primeras mujeres fotoperiodistas de España. A ella le debemos míticas fotografías como la de Rafael Alberti y La Pasionaria en el Congreso el día de las Cortes Constituyentes o la de la artista Susana Estrada mostrando con naturalidad uno de sus senos ante la mirada sorprendida del político Enrique Tierno Galván.
Gran parte del trabajo de Flórez se desarrolló en el Palacio de Congresos, cubriendo la información parlamentaria para el periódico El país. Fue testigo directo de todo el proceso de elaboración y aprobación de la Constitución de 1978, y de la transformación de un país que ansiaba borrar los años oscuros.
Estar en el lugar preciso y congelar en un disparo las cosas que suceden no es suficiente para Flórez. Sus imágenes traspasan la superficialidad captada a través del objetivo, para aportar al lector más elementos que le ayuden a comprender ese momento, repleto de incertidumbres, a medio camino entre el pasado y el futuro. Estar, esperar y mirar en la dirección correcta dieron como resultado una imagen que ha quedado en la memoria colectiva, como icono de la profunda transformación de la sociedad española. Rafael Alberti y Dolores Ibárruri, la Pasionaria, agarrados del brazo, bajaban las escaleras del Congreso. No hacía ni un año que estas personas eran perseguidas por su ideología política. Dolores iba a presidir la mesa de edad que dirigiría, de manera provisional, las primeras Cortes Democráticas. Rafael Alberti era en aquel momento diputado por el partido comunista.
La elección del formato horizontal, sumado al uso del gran angular permitió a Marisa la inclusión de un contexto protagonizado por unos rostros girados en los que muchos de sus contemporáneos podían ver reflejado su propio estupor. Todo lo que ocurrió tras esa bajada por las escaleras convirtió a este día en histórico y como parte de esta historia, en su versión gráfica, ha quedado la imagen que forma parte de la exposición.
Fin del formalismo fotográfico
La transición es una etapa de cambios a nivel político, social y también periodístico. Los fotoperiodistas del momento huyen del formalismo en el que se habían encorsetado para captar imágenes que reflejan una nueva forma de hacer política.
Del objetivo de Marisa Flórez han salido míticas fotografías, como la de Fraga dormido en el hemiciclo; la imagen que reflejaba las dos Españas del momento: por un lado Blas Piñar y por el otro Santiago Carrillo, en el mismo lugar, pero con la mirada fijada en sentido contrario; la chaqueta de pana de Felipe González, en un momento en el que conversaba con Manuel Marín, o la soledad de Suárez en el banco del hemiciclo del Congreso de los Diputados, que mereció ocupar, por primera vez, las cinco columnas de la portada de El País.
Las imágenes frescas, atrevidas y alejadas de todo formalismo, que capturó durante la transición y la consolidación de la democracia le han hecho acreedora del Premio Nacional de Periodismo 1979.