La niña blanca (1958)
El amante de la fotografía
Carlos Pérez Siquier es el ejemplo perfecto de lo que una pasión puede interceder en el aficionado a una disciplina artística, sea cual sea esta. En su caso el punto de mira se encontraba en la fotografía desde que se aficionó viendo revistas, más tarde, aprendió la técnica en el cuarto oscuro que su padre montó en casa.
Entre 1948 y 1950 estudió fotografía, logrando compaginar su afición a la fotografía con su trabajo en un banco durante más de 30 años. Esta es la tenacidad del aficionado de la que hablábamos al inicio, pues desarrolló su obra fotográfica durante su tiempo libre.
AFAL, la cultura fotográfica que se fraguó en la periferia
Uno suele imaginar que las vanguardias y las efervescencias intelectuales brotan primero en las grandes ciudades. Esos lugares consagrados a la cultura y la modernidad que ven primero lo que las entrañas del país conocerá años después.
Sin embargo, fue en Almería donde se fraguó una de las revoluciones fotográficas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Corría el año 1956 cuando se formó el grupo AFAL, liderado por José María Artero y Carlos Pérez Siquier, un colectivo de fotógrafos españoles que renovaron el lenguaje y difundieron esta disciplina fuera de nuestras fronteras.
Años después, en 1956 nació la revista AFAL, dedicada a la fotografía documental y humanista y que contó con fotógrafos de la talla de Joan Colom, Gabriel Cualladó, Ramón Masats, Alberto Schommer, Francisco Ontañón , Julio Ubiña, Oriol Maspons o Xavier Miserachs entre otros muchos.
AFAL sirvió, entre otras cosas, a que los fotógrafos españoles pudiesen dar a conocer su obra a pesar de la distancia geográfica y también dio a conocer aspectos teóricos y didácticos de maestros como Henri Cartier Bresson, William Klein, Robert Frank u Otto Steinert entre otros.
Los inicios de la fotografía en color
Pérez Siquier reconoce que el uso del color ha sido fundamental en su obra, de hecho, es reconocido a nivel europeo como uno de los pioneros en el uso del color en la fotografía.
Martin Parr hizo una exposición en Nueva York sobre seis fotógrafos que trabajaban el color entre los que incluyó a Pérez Siquier y reivindicó la entrada de la fotografía en color en el MOMA. Este hecho hizo que Siquier fuese ampliamente reconocido, no solo por su fotografía en blanco y negro, dentro y fuera de nuestras fronteras.