Juan Manuel Castro Prieto

Boda de Taquile (2000)

La vinculación de Castro Prieto con la fotografía inicia en 1977 y como muchos autores de su generación lo hace de manera autodidacta. En los años ochenta se incorpora a la Real Sociedad Fotográfica de Madrid donde ya se encontraban Gerardo Vielba, Gabriel Cualladó o Juan Dolcet entre otros. 

En 1990 inicia un idilio con Perú a raíz de un trabajo junto a Juan Manuel Díaz Burgos para hacer los positivos del fotógrafo peruano Martín Chambí a partir de las placas originales. 

Algunas de sus publicaciones han sido Perú, Viaje al Sol (2001), Extraños (2003), Etiopía (2009), Bodas de sangre (2011) o Chambí-Perú (2011).

Juan Manuel Castro Prieto
© Juan Manuel Castro Prieto, VEGAP Madrid, 2019

Cespedosa, el laboratorio de ideas de Castro Prieto

A raíz de obtener el Premio Nacional de Fotografía en 2015, Castro Prieto presenta el proyecto expositivo Cespedosa, centrado en Cespedosa de Tormes un pequeño pueblo de Salamanca donde nacieron y vivieron los progenitores del fotógrafo. A través de 200 fotografías Castro Prieto deja al descubierto un rincón mágico donde da rienda a sus ensoñaciones y a todo su genio creativo. Cespedosa es, además de un punto de referencia familiar, un espacio donde poner en práctica su encuentro con la fotografía y explorar la memoria. Este proyecto muestra también la evolución técnica del autor pero también de su mirada e inquietudes a lo largo de cuatro décadas, con imágenes que han formado parte de diversos proyectos a lo largo de este tiempo. Cespedosa es el catalizador de todo lo que arrebata a Castro Prieto, un proyecto construido con el paso de los años, como el transitar por la vida. Como no podía ser de otra manera, Cespedosa significa la afirmación definitiva de todo lo que le interesa a Castro Prieto, un proyecto-río construido inconscientemente a lo largo de muchos años que ejemplifica la confluencia de diferentes etapas de crecimiento expresivo en el uso del lenguaje fotográfico, a la vez que evidencia una coherencia absoluta y la no impostura de su lenguaje a modas o estilos. Es, en definitiva, una representación de su universo íntimo, lo que de verdad le importa y la aseveración de una determinada forma de mirar. La mirada de Juan Manuel Castro Prieto.

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